El principio del fin

Flashback a 1986. Primer curso de ciencias sociales, universidad simon bolivar. Siendo universitarios ya se nos pide investigacion propia, asi que una manhana oigo a un companhero hablar de la deuda externa. Con las ideas de la CEPAL caidas en desuso, a fines de los ochenta se perfilaba la deuda como el tema importante en la discusion del desarrollo latinoamericano. Nuestros paises habian pedido dinero a las potencias, y ni nos industrializamos, ni devolvimos la plata. Mejor aun, porcentajes increibles de nuestros presupuestos nacionales eran dedicados a pagar los intereses de la deuda. En fin. Recuerdo entonces a mi amigo Hugo hablar de Alan Garcia. En un panorama politico sin alternativas reales, Garcia parecia el unico presidente latino con ideas. Una idea, de hecho. El presupuesto de Peru habia sido redefinido. Solo un diez por ciento seria dedicado a pagar la deuda. Y tal como Garcia decia entonces, nosotros veiamos la logica impecable: quiere el FMI su dinero de vuelta? que nos compren las potencias mas de nuestros productos, agrandando nuestro presupuesto y haciendo el diez por ciento un valor suficiente para pagar lo prestado. Mas claro, imposible.

Vuelta al presente. Pocos dias atras Alan Garcia vuelve a la presidencia del Peru, derrotando al nacionalista Humala. Mas que el espacio que esta columna me permite seria necesario para analizar las consecuencias de esta eleccion en el panorama latinoamericano. Humala parecia imbatible, una consecuencia logica del nuevo populismo latinoamericano. Apoyado por Chavez y con una agenda agresiva de corte hiper populista y nacionalista, desde afuera uno solo podia esperar su exito. Pues no. Alan Garcia, caballo loco, como lo llaman en Peru, esta a la reconquista. Volveran entonces las oscuras golondrinas? es esta una primavera que augura nuevas ideas en la politica latina, quizas menos viscerales que el ineficiente nacionalismo de Chavez y companhia?

La prensa internacional le ha dado gran espacio a la eleccion peruana. Curiosamente para mis memorias de estudiante, hay consenso en la tragedia del primer gobierno de Garcia. Para repetirlo aqui, la promesa de indexar el pago de la deuda a las entradas de un pais solo trajo debacle economica. El Peru de finales de los ochenta fue considerado un paria de los mercados internacionales, no flujo un solo dolar mas para dentro y el primer gobierno de Garcia se diluyo entre inflacion y corrupcion. De hecho, esa derrota de la izquierda moderada le abrio las puertas en Peru a Fujimori, primero de los candidatos antisistema de latinoamerica, precursor de Chavez y de tantos otros. Alan Garcia hoy, de no ser por su exitosa eleccion, se podria comparar con el fracaso de Carlos Andres Perez en Venezuela, o de Menen en Argentina. Presidentes que se asociaron al nacionalismo economico, gozaron de fama internacional por sus originales ideas de izquierda moderada, y finalmente dejaron una herencia de problemas irresolutos, corrupciones de escalas inpensables y bievenidas a caudillos multicolores y alternativos. Hasta la eleccion del peruano Garcia y del colombiano XX, solo veiamos una latinoamerica caminando sin dudas hacia el populismo de izquierdas. Y ahora? es este el principio del fin?

Contemplando mi cerebro marxista, mucho me alegraria encontrar una linea de contacto ideologica en estos resultados. Uno podria hipotetizar que desde un modelo estridente de izquierda en los sesenta, asociado a la lucha armada, latinoamerica se movio a las dictaduras de derecha, para luego darle espacio a la social democracia de corte neoliberal, que a su vez le abrio paso a la estridencia antisistema, que ahora empieza a agotarse y vuelve a darle paso a la izquierda moderada. El problema de esbozar esta hipotesis, sin embargo, es que asume que el elector latino piensa en terminos de ideologias, de planes de gobierno, de grandes movimientos historicos. Hoy por hoy hasta mi cerebro marxista reniega de contemplar semejante hipotesis seriamente. Clinton redux: es la economia, estupido.

No hay misterio ni originalidad en repetir que latinoamerica es la region mundial, quizas con India, de mayores contradicciones. Porque paralela a la larga tradicion de intelectuales y clases medias, vive la inmensa mayoria de desposeidos, de clases medias depauperadas, de pobrezas criticas que no tienen ni por asomo oportunidad de usar internet, leer ingles, o simplemente darle de comer a la familia. Quizas el analisis ideologico a posteriori permita decir que las ideas se siguen contrastando en latinoamerica, pero sigue siendo mi opinion que el elector quiere comer. La prensa seguira dandole espacio a las amistades castrochavistas o a las nacionalizaciones de Evo. Pero el elector peruano, mas halla de escoger entre Humala o Garcia, sabe que las ideas de Toledo, esa promesa indigena, no le dieron de comer. Los politicos latinamericanos seguiran discutiendo sobre la agenda “ultraizquierdista” de Chavez, pero en las elecciones que vienen a venezuela en breve, el elector se volvera a preguntar quien le dara de comer, Chavez o la oposicion?

Vuelvo a Alan Garcia, entonces. La deuda no parece ser el tema sexy que fue hace veinte anhos. Peru, y nosotros, esperamos ahora la agenda de un gobierno que, quizas, predice el fin de la revuelta chavista. Llega Alan Garcia a proponer el neoliberalismo light que parece imponerse en la region? Se balanceara como Lula en el dificil equilibrio entre el grito siempre util de yanquis go home y las politicas liberalizantes de Bachelet y Lula? La respuesta esta por verse, y como bien sabemos, a pesar del deseo de este columnista, latinoamerica es impredecible.