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Es la temprana noche de caracas a finales de los setenta. Una exposicion abre en el museo de arte contemporaneo, Vasarely esta a punto de ser descubierto por una multitud que avida, se agolpa a ls puertas. Un rumor la alcanza, corren algunas personas, se abren las masas como si fuesen el mar muerto y Moises estuviese a punto de hacer aparicion. En vez de un patriarca grave, corren personas de protocolo avisando: "llega el hombre, llega el hombre". Carlos Andres Perez llega a inaugurar la muestra. El publico suspira, se mueve, intenta tocarlo. Vasarely se asoma desde los marcos y las paredes, pero la gente sigue, en vez de las curvas y los volumenes multicolores, al presidente que si camina.

Es la tarde temprana de caracas, y un desconocido olor aranha las mucosas de los caraquenhos. Cordita y polvora amenazan al valle, que se recoge en si mismo luego de un dia de furia. Es finales de los ochenta, y finalmente, los cerros han bajado al valle. El presidente reelegido diez anhos despues, Carlos Andres Perez, se entera de los saqueos mientras de viaje. La exposicion cotidiana de caracas ha sido interrumpida por el ejercito traido de las guarniciones del interior. Las tanquetas desfilan en la calle y nos vamos a dormir sabiendo que el despertar abrira otro dia, otro dia como ninguno antes. Caracas ha perdido la virginidd de paraiso tercer mundista, unicamente habitado por nuevo ricos que visitan museos.

Amanece en caracas. El cotidiano espectaculo del Avila ofrece, un vez mas, su increible policromia a los habitantes del valle que van a trabajar. Resumir la prensa de la semana es despertarse a otro policromo espectaculo. Una bomba ha terminado la vida del fiscal, y pocos dias despues uno de sus presuntos asesinos ha caido bajo las balas de algun cuerpo policial. Alguien camina a su trabajo y recuerda. Exposiciones de artistas traidos desde la vanguardia internacional, presidentes populacheros... saqueos, ejercitos tomando calles, recesion de la economia, nuevos presidentes, cadenas, confrontacion. Es posible reconocer a la caracas que tanto ha cambiado en escasos veinte anhos? Cual es el papel en la caracas de hoy para los hijos del despilfarro petrolero, para los adolescentes del suenho, para los profesionles bajo la revolucion bolivariana? Nadie parece tener respuestas hoy en dia, y sin embargo, caracas sigue latiendo. Alguien abandona esas y otras reflexiones voladas a la brisa de la manhana. El Avila sigue siendo sultana de un valle que vibra, entre el espanto y la ternura.